lunes, 16 de julio de 2018

Las Constelaciones




Origen de las Constelaciones

Desde que las primeras personas recorrieron la Tierra, se ha dado gran significancia a los objetos celestes que se observan en el cielo. A lo largo de la historia humana y a través de muchas culturas diferentes, se han atribuido nombres y mitosa los patrones de estrellas en el cielo nocturno, dando origen a lo que conocemos como Constelaciones.

¿Cuándo se registraron las primeras constelaciones? Estudios arqueológicos han identificado marcas pintadas posiblemente astronómicas en las paredes de un sistema de cavernas en Lascaux, sur de Francia. Nuestros ancestros pueden haber registrado su visión del cielo nocturno en las paredes de su caverna hace algunos 17.300 años atrás. Se piensa que el cúmulo estelar de las Pléyades está representado junto con el cúmulo cercano de las Hyades. ¿Fue la primera representación de un patrón de estrellas realizada hace más de diecisiete milenios atrás? (Rappenglück 1996)

Más de la mitad de las 88 Constelaciones que la IAU reconoce hoy en día son atribuidas a los antiguos griegos, quienes consolidaron los primeros trabajos realizados por los antiguos Babilonios, Egipcios y Asirios. 48 de las constelaciones que conocemos fueron registradas en los libros séptimo y octavo del Almagesto de Claudio Ptolomeo, aunque el origen exacto de estas constelaciones aún es incierto. Las descripciones de Ptolomeo fueron probablemente influenciadas fuertemente por el trabajo de Eudoxo de Cnido alrededor del 350 a.c. Entre los siglos XVI y XVII, astrónomos europeos y cartógrafos celestes agregaron nuevas constelaciones a las 48 anteriormente descritas por Ptolomeo; estas constelaciones nuevas fueron principalmente “nuevos descubrimientos” hechos por los europeos que exploraron el hemisferio sur por primera vez. Entre aquellos que tuvieron una contribución particular a las “nuevas” constelaciones están: el astrónomo alemán, nacido en Polonia, Johannes Hevelius; tres cartógrafos neerlandeses, Frederick de Houtman, Pieter Dirksz Keyser y Gerard Mercator; el astrónomo Francés Nicolás Louis de Lacaille; el cartógrafo Flamenco Petrus Plancius y el navegante italiano Américo Vespucio.


Izquierda: Constelación de orión del libro Uranometría de Johann Bayer. Derecha: Constelación de orión a ojo desnudo desde el hemisferio norte (https://es.wikipedia.org/wiki/Constelación)

IAU y las 88 Constelaciones
Originalmente las constelaciones fueron definidas informalmente por las formas hechas por su patrón de estrellas, pero con el rápido incremento de descubrimientos celestes a comienzos del siglo XX, los astrónomos decidieron que sería útil tener límites oficiales para las constelaciones. Una razón era ayudar en el nombramiento de nuevas estrellas variables, que brillan y se desvanecen en lugar de sólo brillar de manera constante. Tales estrellas son nombradas por la constelación en donde residen, por lo que es importante estar de acuerdo dónde una constelación termina y la siguiente comienza. 

Eugène Delporate originalmente creó una lista de 88 constelaciones “modernas” a nombre de la comisión 3 de la IAU (Notaciones astronómicas), en Dèlimitation scientifique des constellations (Delporte, 1930).

Figuras de las Constelaciones
En los mapas estelares es muy común marcar patrones de líneas que representan las formas que dan nombre a las constelaciones. Sin embargo, la IAU define una constelación por sus límites (indicados en coordenadas celestes) y no por su patrón, por lo que la misma constelación puede tener diversas variantes en su representación.

Las constelaciones deben ser diferenciadas de los asterismos. Los asterismos son patrones o formas de estrellas que no están relacionadas con las constelaciones conocidas, no obstante, son identificadas por la amplia mayoría de la gente o por la comunidad astronómica amateur. Ejemplos de asterismos incluyen las siete estrellas brillantes en la Osa Mayor conocidas como “El arado o carro” en Europa o “El cucharón” en América, así como el “Triángulo de verano”, un triángulo grande, visto en el cielo nocturno de verano en el hemisferio norte y compuesto por las estrellas brillantes Altair, Deneb y Vega. Mientras que un grupo de estrellas puede ser designado oficialmente como una constelación por la IAU, esto no significa que las estrellas en esa constelación están necesariamente agrupadas en el espacio. A veces las estrellas están físicamente cercanas unas de otras, como en las Pléyades, pero las constelaciones son generalmente una cuestión de perspectiva. Son simplemente nuestra interpretación terrestre de patrones de estrellas bidimensionales en el cielo hechas por estrellas de diferentes brillos y distancias de la Tierra.


Nombres de las Constelaciones
Cada nombre latino de una constelación tiene dos formas: la nominativa, para usar cuando se habla de la constelación en si misma, y la genitiva, o posesiva, que es usada en los nombres de las estrellas. Por ejemplo, Hamal, la estrella más brillante en la constelación de Aries (forma nominativa), es llamada también Alfa Arietis (forma genitiva), que significa literalmente el “Alfa de Aries“.

Los nombres latinos de todas las constelaciones, sus abreviaciones y límites pueden ser encontrados en la tabla de abajo. Son una mezcla tanto de patrones de los antiguos griegos registrados por Ptolomeo así como patrones más “modernos” observados después por astrónomos también más modernos.
La IAU adoptó una abreviación de tres letras de los nombres de las constelaciones en su asamblea general inaugural en Roma en 1922. Entonces, por ejemplo, Andrómeda se abrevia como And, mientras que Draco se abrevia como Dra.


Traducción de mi autoría de página de la Unión Astronómica Internacional IAU


1 comentario:

  1. Me encantan estos temas, quiero aprender mucho sobre ello y aprender a reconocer las constelaciones. Gracias por la información!

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