1. El origen de las Constelaciones
Las constelaciones
son figuras imaginarias que fueron creadas uniendo estrellas en el cielo. La
cercanía aparente de estas estrellas es a veces ficticia, ya que en verdad se
encuentra muy lejos unas de otras.
La mayor parte de
ellas fueron creadas por los antiguos griegos, quienes (al igual que muchas
culturas ancestrales) plasmaron sus creencias y mitologías en los cielos,
dándoles carácter de “divino” a todo lo que estuviera en el firmamento.
Existen
constelaciones que representan a personajes importantes de la mitología griega
como: Hércules, Cassiopeia, Perseo, etc. Tenemos animales mitológicos como:
Centauro, Pegaso, Hidra, etc. y otros de la vida real como: Osa Mayor, Tauro, Cáncer,
etc.
Algunas de estas
constelaciones fueron más importantes debido a que coincidían con el movimiento
aparente del Sol. Estas constelaciones fueron llamadas Constelaciones
Zodiacales y fueron 12. En la realidad eran 13 constelaciones por las cuales pasaba el sol, pero una de ellas siempre fue ignorada por el poco periodo de tiempo que permanecía en ella, esta era la constelación de Ofiuco.
Luego, con los
diferentes viajes alrededor del mundo, los navegantes comenzaron a ver la
necesidad de definir constelaciones en el hemisferio Sur, con esto surgieron
las constelaciones modernas del: Telescopio, Reloj de Arena, Escultor, etc…
Hoy en día, la
comunidad astronómica internacional reconoce 88 constelaciones, de las cuales
la mitad provienen de los griegos.
Estas
constelaciones ya no tienen el carácter místico que tenían en la antigüedad,
pero siguen siendo utilizadas a modo de ubicación en el cielo.
2. ¿Cuál es la diferencia entre astrología y
astronomía?
La Astronomía es la ciencia que estudia los cuerpos
celestes, su composición, dinámica y comportamiento físico. En cambio la
astrología trata de predecir acontecimientos futuros mediante el movimiento y
posición de los astros.
Es por la
astrología que generalmente la mayoría de la gente conoce las doce
constelaciones zodiacales y que conoce como “signos del zodiaco”.
Las fechas
asignadas a cada signo tienen relación con la fecha que el Sol permanecía en
esa constelación.
Cabe mencionar que
ese intervalo de tiempo (aproximadamente un mes) variaba de constelación en
constelación debido a su tamaño, es decir, el sol estaba más tiempo en una
constelación que en otra, y además, considerando los movimientos de la Tierra, esos tiempos van
cambiando año a año.
Por ejemplo, este
año si naciste entre el 20 de abril y el 20 de mayo deberías corresponder al
signo zodiacal de Tauro, pero astronómicamente la constelación zodiacal en
donde está el Sol entre esas fechas es Aries. Por lo que si en principio hubo
alguna concordancia entre las fechas y los llamados signos, hoy en día no hay
relación entre la astronomía y la astrología.
3. No sólo los
griegos miraron el cielo
A todos nos gustan
las historias de las diferentes mitologías griegas, por ejemplo a mi me gusta
el mito de Perseo y el Pegaso que algún día comentaré con ustedes, pero hay que
recalcar que fueron sólo ellos quienes plasmaron sus creencias en los cielos.
En Chile, los
diferentes pueblos originarios a lo largo del país utilizaron los astros como
elementos centrales de sus creencias religiosas y sus rituales, por ello dieron
calidad de dioses o demonios a diferentes acontecimientos astronómicos como:
eclipses, fases lunares, equinoccios y solsticios.
Hoy en día
conocemos los aportes de los Mapuches, Selknam (Onas), Likan Antai (Atacameños)
y Aymaras.
Por ejemplo, los
Atacameños y Aymaras no sólo hicieron constelaciones uniendo estrellas, sino
que utilizaron las regiones oscuras de la vía láctea para plasmar sus figuras. En
la imagen podemos ver que las regiones oscuras de nuestra galaxia, que son
oscuras debido a la presencia de gas y polvo que bloquea el paso de la luz de
las estrellas, eran reconocidas como formas especiales para estos pueblos.
Como dice en uno de
mis libros favoritos “El Principito”, “lo esencial es invisible a los ojos”. En
la actualizad, algunas de las constelaciones no son más que meras formas en
el cielo que antiguamente se ligaban con alguna mitología y que hoy en día nos
parecen “irreconocibles”, pero de igual manera encierran lugares fascinantes
llenos de actividad.
Este es el caso de la Constelación de Orión (El cazador), en donde tenemos el cinturón de Orión (en el centro de la imagen, y conocida también como las 3 marías) y la Espada de Orión (sobre el cinturón). Esta última, hoy en día, es
conocida por ser uno de los lugares más activos en formación de estrellas de
nuestra galaxia. La espada que antiguamente daba muerte a los animales, hoy es una
cuna de vida.